jueves, 15 de noviembre de 2007

Historia del graffiti en Europa




El movimiento europeo iniciado a mediados de los ochenta nos trae en principio al graffiti dentro del paquete Hip-Hop, es decir, llega junto a otros dos elementos ....

de este movimiento, en principio el break-dance y más tarde el rap, aunque con el tiempo éste tendrá su evolución propia dentro de esta cultura. Empiezan las giras de escritores americanos por Europa así como las de europeos por la meca del graffiti, donde este arte se va adueñando e instalándose en las calles, apropiandose de las paredes y las canchas de deporte de la ciudad, siguiendo esta costumbre en la actualidad: Piezas conmemorativas, homenajes a las víctimas del SIDA y de la violencia. A esto le sigue la proliferación de los fanzines de graffiti, que pasan de ser de fotocopias en blanco y negro a revistas a todo color e incluso a editarse como publicaciones desde el punto de vista legal y, como no, el último gran salto: El graffiti en Internet, donde infinidad de páginas recogen todo tipo de fotos y textos, reportajes, entrevistas a personajes, webs dedicadas a un sólo grupo o incluso a un sólo escritor, páginas de la vieja escuela, páginas de graffiti en trenes, chats, foros y un largo etcétera.

Todo esto y mucho más (eventos, concursos, programas, los cada vez más frecuentes anuncios en televisión, festivales, portadas de discos...) expanden y consolidan este arte de la calle pese al esfuerzo inútil de las autoridades (siendo incluso a veces ellas promotoras y financiadoras de muchos de los eventos y/o actividades) llegando incluso hasta las galerías de arte o generar dinero a sus autores. Los cada vez más espacios cedidos para practicar este acto de manera legal fomentan por un lado el desarrollo e integración del fenómeno en la sociedad y la decepción e inconformismo de los más puristas por otro. Sólo decir que el arte del writing ha pasado, queramos o no, a formar parte de nuestras calles, nuestros barrios, nuestras ciudades... En definitiva, de nuestras vidas, en un mundo en el que el poder de la imagen está a la orden del día.